martes, 22 de junio de 2010

Conferencia-Coloquio de


Fernando Maura en Málaga




24 de junio de 2010





CONFERENCIA-COLOQUIO: Principios De Política Exterior

A CARGO DE: Fernando Maura. Responsable de Política Internacional de UPYD
HORA: 19’00h.
LUGAR: Salón de Grados de la Facultad de Económicas de la Universidad de Málaga

domingo, 20 de junio de 2010

Entrevista en ABC a Rosa Díez, Domingo 19-06-10

Es raro que un medio saque una entrevista en profundidad (3 páginas) a la lider de UPyD, Rosa Díez, pero lo que más sorprende es que en la edición digital a las 19:00 haya unos 100 comentarios (con los pocos que tenemos en este blog). Vamos a aprovecharlo y comentar algo sea para bien o para mal. Necesitamos diálogo porque las cosas en España van realmente mal y nosotros creemos que este partido puede hacer algo pero al ser un partido nuevo hay muchas cosas que corregir y mejorar. Os dejamos la entrevista y os esperamos en esta vuestra casa.

http://www.abc.es/20100620/espana/rosa-diez-201006200109.html

miércoles, 9 de junio de 2010

Rosa Diez insta al Gobierno a controlar el destino final de las armas que exportamos

Nota de Prensa
  • La diputada de Unión Progreso y Democracia, UPyD, insistió en que diversas organizaciones nos han denunciado por seguir vendiendo material, en contra del art. 8 la Ley 53/2007 de 28 de diciembre, sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso, a países en conflicto como Sri Lanka, Malasia, Pakistán, Colombia, Marruecos, Venezuela, Singapur o Indonesia. “Debemos fijarnos no tanto en el cuanto, sino en cómo y a quién exportamos las armas”.



  • A su juicio, debemos garantizar la transparencia de las exportaciones de armas de España a terceros países con medidas como un mayor control parlamentario traducido, por ejemplo, en la aprobación previa de las licencias por parte del Congreso de los Diputados como ocurre en Suecia. “Las actas de las reuniones donde se toman las decisiones para autorizar o no las exportaciones a un determinado país, ahora secretas, en aplicación –entendemos erróneamente- de la Ley de Secretos Oficiales”.




Rosa Díez, diputada de Unión Progreso y Democracia, UPyD, destacó la necesidad de contar con las estadísticas sobre la exportación de armas con antelación suficiente para su análisis y acometer, así, con rigor el correspondiente control parlamentario. Dicho esto, la diputada afirmó que la venta de armas es un importante elemento del engranaje de nuestro tejido empresarial “que aporta notables beneficios a la actividad privada industrial del país”. No obstante, añadió, somos conscientes del aumento -en más de un 22%- del comercio mundial de armas -referido a los últimos cinco años-, lo que nos obliga a exigir el máximo control y celo en la regulación, nacional e internacional, de las referidas producciones, así como su destino final. “Debemos fijarnos no tanto en el cuanto, sino en cómo y a quién exportamos las armas”.

Así, según el último informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo -SEPRI 2009- España es el sexto país en el ranking de exportadores, por delante incluso de China, y diversas organizaciones nos han denunciado por seguir vendiendo material, en contra del art. 8 la Ley 53/2007 de 28 de diciembre, sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso, a países en conflicto, como puede ser Sri Lanka, Malasia, Pakistán, Colombia, Singapur, Indonesia, entre otros.

En el caso de Ghana, Diez aseguró que hemos vendido al país subsahariano armas de caza, deportivas, municiones y material policial por valor de 15 millones de euros desde 2004, a los que hay que sumar 3,5 millones del ejercicio 2009 y los 2,3 millones en vehículos todo terreno para transporte de tropas. La diputada llamó la atención sobre las dudas que existen en cuanto a la redistribución de ese material en países del entorno en conflicto, toda vez que, incluso, el Gobierno ha reconocido que parte de esa munición se reexporta a Nigeria, Níger, Togo o Costa de Marfil. “Son diversas las organizaciones internacionales que han llamado la atención sobre el aumento descontrolado de armas ligeras en ese país”, afirmó.


Diez hizo mención especial a Marruecos y a Venezuela. “Hay que recordar que en el art. 8 de la Ley 53/2007, que se refiere a la denegación de las solicitudes de autorización y suspensión y revocación de las autorizaciones, se dice literalmente que las solicitudes de autorización serán denegadas y las autorizaciones, a las que se refiere el artículo 4, suspendidas o revocadas, en los siguientes supuestos:

a) Cuando existan indicios racionales de que el material de defensa, el otro material o los productos y tecnologías de doble uso puedan ser empleados en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad en un ámbito mundial o regional, puedan exacerbar tensiones o conflictos latentes, puedan ser utilizados de manera contraria al respeto debido y la dignidad inherente al ser humano, con fines de represión interna o en situaciones de violación de derechos humanos, tengan como destino países con evidencia de desvíos de materiales transferidos o puedan vulnerar los compromisos internacionales contraídos por España (….)

Sin embargo, afirmó, nosotros seguimos exportamos al país vecino que ha sido denunciado por Amnistía Internacional por violación de los derechos humanos así como de la restricción de los derechos de asociación o libertad de expresión y a pesar del conflicto abierto con los saharauis que tan directamente nos afecta.

En cuanto a Venezuela, no hemos de olvidar que es uno de los primeros países en el ranking mundial en compra de armas y que lidera esa posición en una zona de elevada tensión, donde el incremento en gasto militar ha superado el 150% y la pugna competitiva resulta más que evidente. “Este país, por ejemplo, ha contratado con España 945 millones de euros para la construcción de patrulleros de litoral y oceánicos. Pero la duda surge en cuanto al uso del material antidisturbios exportado y que asciende a 841.692 euros por parte la Junta Interministerial de Material de Defensa y Doble Uso y su posible uso contra los derechos humanos”.

“Nos inquieta también la venta de material a empresas privadas que, supuestamente, tendrán también un uso y fin privado. Se precisa más información en cuanto a su dedicación, utilización o sobre la legalidad de que una empresa privada maneje materiales de defensa, de categoría 1,2,3, e incluso 4 como bombas, torpedos, granadas, botes de humos, cohetes, minas, misiles, cargas de profundidad, cargas de demolición, “productos pirotécnicos”, cartuchos y simuladores, granadas fumígenas, bombas incendiarias, toberas de cohetes de misiles y puntas de ojiva de vehículos de reentradas”.

A su juicio aunque se ha avanzado mucho en la publicación y transparencia de las exportaciones de armas de España a terceros países, necesitamos mejorar en algunos aspectos como adoptar criterios de contabilidad que eviten la excesiva diferencia entre los datos facilitados por el Gobierno y los proporcionados por el propio sector. Para ello, instó al Gobierno a facilitar información exhaustiva sobre las exportaciones autorizadas y realizadas, mejorar significativamente la aplicación de los criterios de autorización, examinar caso a caso y denegar las autorizaciones de transferencias de armas y material de doble uso mientras no existan garantías suficientes e indicios razonables de que el material no contribuirá a la comisión de violaciones de Derechos Humanos o del Derecho Internacional Humanitario.

Sería, además, recomendable un mayor control parlamentario, traducido en la posibilidad de la aprobación previa de las licencias por parte del Congreso de los Diputados, como ocurre en Suecia. “Las actas de las reuniones donde se toman las decisiones para autorizar o no las exportaciones a un determinado país, ahora son secretas, en aplicación –entendemos erróneamente- de la Ley de Secretos Oficiales”.

viernes, 4 de junio de 2010

Rosa Díez cree que sólo los "barones" del PSOE pueden forzar un adelanto electoral

La diputada y líder de UPyD, Rosa Díez, considera que sólo los "barones" regionales del PSOE pueden forzar al presidente José Luis Rodríguez Zapatero a adelantar las elecciones generales.

En un encuentro informativo con Servimedia, Díez sostuvo que la clave de un adelanto electoral no la tiene CiU, sino "los barones del PSOE, que obliguen a Zapatero a convocar elecciones para no hundirse con él".
Destacó que, aunque no espera "demasiado al respecto", sí piensa que el adelanto de las generales "sólo lo pueden provocar desde dentro del PSOE". Añadió que se trataría de que apostaran por unos comicios anticipados todos los dirigentes socialistas que ya hablan de que Zapatero "les lleva a perder las elecciones".

Según la líder de UPyD, la hipótesis sería que los "barones" socialistas obligaran al presidente a convocar las generales junto a las autonómicas de 2011. Díez remarcó que la "única posibilidad" de adelanto electoral es que entre los dirigentes regionales del PSOE se convenzan "que lo menos malo es hacer coincidir generales y autonómicas".

Por otra parte, sobre la posibilidad de que se produzca dentro del PSOE una rebelión para sustituir a Zapatero como candidato a La Moncloa, Díez opinó que "no tienen a uno mejor", a lo que se suma que "el PSOE está muerto".

Argumentó que "nunca ha habido en España un PSOE más y mejor controlado que éste", lo que supone que desde que Zapatero asumió el poder se ha dado un proceso de "selección negativa" de sus dirigentes que ha dado el actual resultado.

jueves, 3 de junio de 2010

Escucha, oh Israel de Carlos Martínez Gorriarán

Israel es un Estado raro, quizás el más raro del mundo y quizás por eso todo lo relacionado con sus actos provoca respuestas extrañas. Así, la brutal intervención contra la flotilla de auxilio a los palestinos de Gaza, ¿fue un acto de terrorismo de Estado, o una respuesta desproporcionada enmarcada en el derecho de Israel a defenderse? Lo que está fuera de toda duda es que Israel actuó contra el Derecho Internacional básico, porque asaltó buques debidamente identificados, con bandera, en aguas internacionales sobre las que no tiene ninguna jurisdicción. Además, esos buques no estaban bajo sospecha fundada de transportar armas, drogas, terroristas o cualquier carga semejante que pudiera justificar un asalto en altamar bajo la debida tutela judicial, como ocurre cuando se aborda en aguas internacionales un yate con un cargamento de cocaína, pongamos por caso. Para más inri –con perdón-, varios barcos navegaban con bandera turca, un Estado de mayoría islámica y democracia imperfecta de excelentes relaciones con Israel (hasta el punto de que sus valiosos polígonos de tiro son empleados por la fuerza aérea israelí). Sin duda, en Turquía muchos se preguntarán ante lo sucedido a sus barcos para qué sirven tales delicadezas diplomáticas. Más o menos como en Israel tantos otros se preguntan por qué tienen un gobierno tan bárbaro y estúpido como el de Netanyahu, empeñado en arruinar cada oportunidad para relajar algo la tensión con los palestinos y en convertir a Hamas –grupo en la lista europea de organizaciones terroristas- en una entidad respetable.

Vayamos a las rarezas de Israel, porque quizás expliquen algo. Por ejemplo, su constante desprecio del Derecho Internacional –y sí, ya sé que sus vecinos pueden ser acusados de lo mismo-, tan chocante siendo Israel uno de los primeros Estados del mundo surgido de la aplicación positiva de ese Derecho, concretamente de la votación de Naciones Unidas que sancionó en 1947 la división del mandato británico de Palestina en dos zonas diferentes, una de ellas el germen del actual Israel. Con este origen, ¿no habría sido de esperar que Israel se erigiera en un baluarte de ese Derecho Internacional? Pues al contrario, el énfasis israelí en la trascendencia de la sanción internacional a su derecho a existir queda eclipsado por su desprecio de las resoluciones internacionales comparables sobre los derechos palestinos.


Otra rareza de Israel es invocar habitualmente dos fuentes de legitimidad para existir como Estado: se trata del derecho a un país propio, reforzado por el genocidio perpetrado por los nazis o Shoah, para los sionistas laicos –los verdaderos fundadores del Estado israelí-, pero para los judíos creyentes la legitimación originaria radica en que Yahveh prometió a Moisés el dominio eterno de la Tierra Prometida (se da la paradoja adicional, en este monumental enredo, de que ciertas facciones de judíos ortodoxos se niegan a reconocer al Estado de Israel porque consideran que su fundación correspondería en todo caso al Mesías, que está por venir; por eso tienen insólitos privilegios como la exención del servicio militar y subsidios públicos). Y con la evolución política y social del Estado de Israel, la legitimación laica –basada en el derecho del pueblo judío a un Estado propio- ha cedido importancia ante la legitimación puramente religiosa que se remite al Exodo mosaico.


Israel es, en efecto, una democracia, y como suele subrayarse la única de la región. Pero es una democracia rara: una de las tres del mundo que no tiene Constitución escrita ni, a diferencia de la británica, tampoco una larga tradición constitucionalista. Creo que Israel carece de Constitución por la dificultad de conciliar la identidad étnico-religiosa del judaísmo con el concepto liberal de ciudadanía: si este se aplicara como en la mayoría de democracias, de modo que la condición de ciudadano se otorgara automáticamente al nacido en el país o al que la pide tras unos años de residencia legal, podría haberse dado la paradoja –otra más- de que los judíos por fe o por ascendencia fueran una minoría dentro de una ciudadanía de mayoría musulmana o árabe (también hay una comunidad árabe cristiana, entre otras). Situación totalmente contradictoria con el proyecto sionista de Israel como hogar nacional de los judíos donde pueden tolerarse minorías –aunque tampoco eso, para la boyante minoría ortodoxa- como algunos árabes y drusos o samaritanos, pero no que los judíos por fe o por origen sean ellos mismos una minoría más, aunque fuera la mayor. En definitiva, el problema de Israel desde una perspectiva democrática es que, tal como está concebido, no pueda ser un estado laico sin dejar de ser Israel tal como lo concibieron no sólo sus fundadores, sino también sus actuales gobernantes. Y eso explica, aunque no lo justifique de ningún modo, que desde su nacimiento Israel haya tratado de quitarse de encima a la minoría palestina que ni quiere ni puede asimilar. Pues, ¿asimilar quién a qué?: el judaísmo no es una religión proselitista universal, y teóricamente Israel no es una teocracia, aunque actúe como tal muchas veces. Como cuando trata de apropiarse de la tierra prometida a Moisés según la Torah, expulsando a los palestinos inasimilables. Al fin y al cabo, ¿no hicieron lo mismo Josué y sus descendientes con los cananeos llamados a ser expulsados de la Tierra Prometida, o directamente exterminados? La Biblia no se anda con chiquitas a este respecto, y el problema no es que sea una colección antigua de mitos a la que le resulta totalmente extraña la idea de derechos humanos universales, sino que siga siendo un libro puramente político para muchos: un proyecto político con su programa de acción.


Para acabar: en el fondo de la tragedia de Israel y también de la de los palestinos late un conflicto religioso irresoluble en términos democráticos. O mejor, cuya única solución, prescindir de la religión, es inaplicable hoy en día. La democracia sólo puede aportar como arreglo progresivo el laicismo, es decir, la separación escrupulosa de religión y ciudadanía. En Israel, permitiría a judíos, musulmanes, cristianos, drusos y ateos compartir la misma ciudadanía, liberada de base religiosa o étnica (puesto que esa ciudadanía que se niega o regatea a muchos palestinos musulmanes puede otorgarse sin embargo a cualquier judío de la diáspora que la reclame). Pero un Estado así ya no sería Israel como Estado nacional judío, sino un Estado democrático con una gran proporción de judíos de todo tipo (desde ultraortodoxos hassidim a laicos y ateos convencidos). A esta aporía originaria se ha añadido en los últimos decenios, para agravarla, el auge del fundamentalismo islámico, que no se recata en proclamar su programa de exterminio puro y duro de Israel, como ha dicho en varias ocasiones el mismo Amineyad, presidente de Irán, repitiendo las mismas tesis genocidas del gran muftí de Jerusalén en los años treinta del pasado siglo. Programa que simplemente hace imposible que Israel no deba tomarse muy en serio el peligro de desaparecer a manos de estos fanáticos. Lo que a su vez aleja cualquier esperanza de solución pragmática distinta al uso de la fuerza. Así están las cosas. Para mí, es un ejemplo impresionante del enorme daño que la religión puede hacer a los principios democráticos y al ideal de ciudadanía libre e igualitaria, hasta reducir la democracia a un sistema para un grupo cerrado que ve en toda diferencia una amenaza y se defiende de los intrusos mediante muchas formas de exclusión, sin retroceder ante el homicidio.

En buena parte, esta degeneración de la democracia descansa en la pretensión de muchos israelíes y asociados por considerar antisemitismo o filonazismo cualquier crítica de sus numerosísimos excesos. Tal pretensión se basa en cierta creencia de disponer del monopolio del sufrimiento y del correspondiente deber universal de reparación, en una especie de victimación hereditaria no muy diferente de la promesa de la Tierra Prometida, que al parecer no caduca jamás ni puede relativizar derecho alguno.


Tengo una pequeña experiencia al respecto. En una ocasión formé parte de una delegación de la Fundación de Víctimas del Terrorismo que, a iniciativa de la presidencia danesa de la Asamblea General de la ONU, viajó a Nueva York para entrevistarse con diversas organizaciones de víctimas del terrorismo de todo el mundo. Una de estas organizaciones era un grupo israelí (también nos entrevistamos con otros grupos judíos, como el Centro Simon Wiesenthal). Nos convocaron a una reunión en un impresionante ático muy cercano a la sede de la ONU. La cosa iba marchando mal que bien hasta que Maite Pagazaurtundua expuso a la parte israelí, empeñada en que de ser víctimas del terrorismo ellos sabían más que nadie e incluso sólo ellos sabían –y como era de prever poniendo la Shoah sobre la enorme mesa-, que ella misma, como víctima de ETA (con un hermano recientemente asesinado, y amenazada y perseguida en persona, como muchos de los allí presentes), comprendía los sentimientos de los judíos y que… ¡Cómo, hasta aquí podíamos llegar! Nuestro interlocutor, es un decir, completamente congestionado, dio un puñetazo en la mesa y vociferó que nadie, absolutamente nadie, había sufrido lo que los judíos por la Shoah (ignorando que hablábamos de terrorismo, no de genocidio). Y que la mera comparación de cualquier otra persecución o tragedia con esa era poco menos que un crimen negacionista. Pues eso: que este señor y sus correligionarios tenían y tienen el monopolio del sufrimiento, y los demás meramente un pálido reflejo. Así te hayan matado a un hermano o padre, o perseguido a ti y toda tu gente, o formado parte de otras comunidades víctimas de genocidios (armenios, camboyanos, tutsis…) Esto no valía nada no siendo de los suyos. En cualquier caso, esta actitud deshumanizadora de los otros –que esta vez éramos nosotros- explicaba no pocas cosas sombrías y dibujaba un futuro peor.

CARLOS MARTÍNEZ GORRIARÁN

miércoles, 2 de junio de 2010

Artículo de Opinión El Confidencial

Dejamos aquí un artículo titulado la "responsabilidad de los partidos políticos", publicado por Juan Díez Nicolás, Catedrático de Sociología de la Universidad Complutense y Miembro del Foro de la Sociedad Civil.
http://www.elconfidencial.com/foro-sociedad-civil/responsabilidad-partidos-politicos-20100528.html

UPyD es ese partido que propone el cambio de la ley electoral, una revisión no traumática de la descentralización del Estado y una regeneración de las estructuras y de la separación de poderes.

Un cambio es posible y es esperanzador ver como poco a poco el mensaje va calando en personas de la sociedad civil ajenos a UPyD.

martes, 1 de junio de 2010

UPyD inicia la campaña “Tu carta para un preso”

Unión, Progreso y Democracia, UPyD, inicia la campaña “Tu carta para un preso”, que consistirá en el envío permanente de cartas a cada uno de los presos de conciencia cubanos.
Esta campaña fue ideada en el mismo viaje que Rosa Díez y Fernando Maura realizaron a Cuba a principios del mes de mayo, para entrevistarse con opositores al régimen de los Castro, y es una muestra más del compromiso que ha adquirido UPyD con la causa de los demócratas cubanos.

Se ha cogido el testigo que lanzaron en ese viaje las Damas de Blanco, cuando transmitieron a la Portavoz de UPyD y al Responsable de Política Internacional que “los presos necesitan saber que no están solos”. Sólo con una carta, ellos podrán saber que en alguna parte de España, “un hermano piensa en él”. Y hasta en el caso de que no se la entreguen, la carta también surte efecto, porque el carcelero la lee y “comprende entonces que en alguna parte de España hay un ciudadano que sabe el nombre y el apellido de nuestro esposo, que sabe en la cárcel en la que está encerrado, que nuestro hombre tiene un vínculo en el exterior. Y eso les protege”.

¡Contribuye a la cadena de solidaridad activa que estamos creando!. Si deseas enviar una carta a un preso de conciencia cubano, escríbenos a tucartaparaunpreso@upyd.es y te indicaremos cómo hacerlo; a la cárcel y a su domicilio particular, para que de cualquier forma quede constancia de tu apoyo y para que sepan, unos y otros, que no les vamos a dejar solos nunca más.