lunes, 12 de diciembre de 2011

Iguales ante la ley (Del blog de Rosa Díez)


Hemos explicado en numerosas ocasiones los efectos perniciosos sobre la democracia de una Ley Electoral que consagra la desigualdad del voto entre los ciudadanos. La ley actual, cuyos antecedentes hay que situar en las postrimerías del franquismo, no sólo es injusta por los efectos que provoca a la hora de atribuir representantes a los distintos partidos políticos. Es sobre todo injusta porque vulnera un principio democrático básico: que los ciudadanos han de ser tratados por las leyes en condiciones de igualdad. Y nada más contradictorio con ese principio que un sistema electoral que se rige por un principio que devalúa el voto de todo ciudadano que comete la osadía de elegir las candidaturas de un partido político que no es ni PP ni PSOE ni nacionalista.
Es por eso que para UPyD la reforma de la Ley Electoral es una asignatura pendiente de la democracia. Esta semana se constituirán las Cortes, se elegirá la Mesa, prometeremos o juraremos nuestros cargos como Diputados y la X Legislatura iniciará su trabajo. Nuestro partido presentará inmediatamente una serie de iniciativas que tienen que ver con las tres áreas troncales de nuestro compromiso con los ciudadanos: regeneración democrática, políticas económicas y políticas sociales para garantizar la cohesión y la equidad entre todos los españoles.
Pero antes de empezar tendremos que afrontar y vencer un nuevo escollo: la constitución del Grupo Parlamentario de UPyD. Para que todo el mundo lo entienda, la diferencia entre tener grupo propio o formar parte del Mixto radica en la capacidad y autonomía de trabajo que te da una opción u otra. A la hora de presentar y defender iniciativas los grupos tienen su propio cupo; dentro del Mixto (que tiene un cupo) hay que repartirse a su vez ese turno ente los partidos que lo componen; así que dependiendo del número de diputados que formen parte del Mixto te puede tocar defender una iniciativa legislativa en un periodo de sesiones, o en uno y medio, o en dos… según. O interpelar al Gobierno. O intervenir en el Pleno… O sea, el Grupo Parlamentario es un instrumento de trabajo para defender en mejores condiciones el proyecto que una opción política representa en la Cámara. Es un instrumento al servicio de los ciudadanos, para cumplir la tarea que nos han encomendado, aquella por y para la que somos diputados.
Si nos quitan ese instrumento, si no nos reconocen el derecho (un millón ciento cuarenta y tres mil doscientos veinticinco votos, ciento cincuenta mil más que CIU, casi cuatro veces más que el PNV…) estarán castigando dos veces a quienes tuvieron la osadía de votar el proyecto y las candidaturas de UPyD. Si no nos reconocen ese derecho (habiendo, como hay, todo tipo de precedentes en los treinta años de democracia y de aplicación del Reglamento de la Cámara) nos estarían penalizando dos veces: la primera con la Ley Electoral; la segunda con una interpretación del Reglamento hecha ex profeso para privarnos de un instrumento fundamental para el desarrollo de nuestra tarea. Sería como condenarnos dos veces (a nosotros y sobre todo a los ciudadanos que nos votaron) por el mismo “delito”: haber elegido votar a un partido nacional que no es ni PSOE ni PP.
El Reglamento de la Cámara no tiene otro objeto que dar a los diputados instrumentos para desarrollar su tarea en condiciones de igualdad con sus correligionarios. Facilitar el trabajo de los diputados es responder al mandato constitucional de garantizar y facilitar la tarea de representación política de los cargos electos. No podría entender que la mayoría de la Mesa, el Partido Popular, obstaculizara el trabajo de un partido político que ha sido colocado por los ciudadanos como la cuarta fuerza política en número de votos. No podría entender que se constituyeran, a la vez, grupos parlamentarios con poco más de trescientos mil votos, poco más de la cuarta parte de los que tiene UPyD. Y menos aún podría entender que alguien quisiera utilizar la situación de Amaiur (que tendrá grupo, sí o sí, pues le basta con formarlo los seis del País Vasco, que tienen más del quince por ciento y sumar a partir de enero, nuevo periodo de sesiones, al séptimo electo por Navarra que pasaría unos días en el Mixto) para aplicar a UPyD la lectura más estricta y literal del reglamento, sin tener en cuenta ni los reiterados precedentes ni el espíritu y objetivo de la Ley.
En fin, que falta poco para saber cómo actuará la nueva mayoría. Espero que lo haga aplicando la ley en coherencia con su espíritu y con el objetivo constitucional de garantizar la igualdad a la hora de elegir y ser elegidos, y que corrija con la aplicación del Reglamento la penalización que la Ley Electoral ha inflingido a UPyD y a sus votantes. Será lo legal y será lo justo.
Veremos. En todo caso, sepan nuestros votantes que no renunciaremos a nuestro derecho a representarles en las mejores condiciones.

martes, 14 de junio de 2011

10 Razones para afiliarte

Unión Progreso y Democracia es el único partido parlamentario que defiende lo mismo en toda España. El único que lleva tres años denunciando el desmantelamiento del Estado que nos ha conducido hasta la actual situación de crisis económica, política e institucional.

Eres necesario, y por eso te damos diez razones para unirte a UPyD:

1 - Porque España padece una doble crisis, política y económica. Nuestras instituciones políticas no funcionan, agravando los problemas económicos. El Estado de las Autonomías es derrochador, inviable e insolidario y favorece la corrupción; el gobierno de Zapatero es el peor de la democracia y la oposición no está a la altura; la justicia está politizada y no funciona; la educación empeora cada año; hay casi cinco millones de parados; ante el riesgo de bancarrota y el peligro que España supone para el euro, nuestras finanzas públicas han sido intervenidas por el ECOFIN y el FMI.

2 - Porque esta crisis colosal no se resuelve sin reformas profundas: debemos reformar la Ley Electoral y la Constitución para cerrar el modelo territorial del Estado y garantizar la igualdad de todos, la independencia de la justicia y la recuperación de la autonomía económica de España dentro de la Unión Europea.

3 - Porque los partidos tradicionales (PSOE, PP, IU, CIU, PNV, ERC, BNG, CC, etc.) no quieren reformas de fondo que pongan en peligro su control egoísta de las instituciones, desde las cajas de ahorros a los medios públicos de comunicación. Queremos devolver a los ciudadanos el control de la política secuestrada por los partidos tradicionales para regenerar la democracia, previniendo mejor la corrupción y persiguiéndola con más dureza cuando se produce.

4 - Porque el Estado de las Autonomías es ineficaz y ataca derechos básicos, como la libertad de elección de lengua en las comunidades bilingües y dificulta la libre circulación de trabajadores, empresas y profesionales, rompiendo el mercado único nacional. Todas las comunidades autónomas deben tener las mismas competencias y la misma financiación, y el Estado central debe tener competencias exclusivas para garantizar la igualdad y libertad de todos, como la educación, la sanidad o la fiscalidad.

5 - Porque es indispensable reformar la ley electoral para que el voto de todos valga lo mismo con independencia de la provincia donde se viva . Para que en las elecciones haya listas abiertas, y los representantes elegidos tengan un mandato por tiempo limitado con un régimen de incompatibilidades más estricto, de modo que la política deje de ser una profesión y vuelva a ser un compromiso público.

6 - Porque para acabar con los abusos del Estado de las Autonomías, conseguir la independencia de la justicia, los mismos derechos y obligaciones para todos, o tener libertad de elección lingüística en las comunidades bilingües, es indispensable la reforma de la Constitución.

7 - Porque para superar la crisis económica es indispensable reformar la fiscalidad para hacerla más progresiva, una reforma laboral para que el acceso al empleo sea más equitativo y abierto, racionalizar la política energética, restaurar el mercado único y mejorar la educación.

8 - Porque la educación y la ciencia son inversiones vitales para España, pues garantizan la igualdad de oportunidades y la integración en una sociedad más abierta y cosmopolita, y sin ellas es imposible el desarrollo económico. Es indispensable superar modelos pedagógicos fracasados y garantizar una educación pública y laica, basada en el mérito y la capacidad, que trasmita conocimientos y valores cívicos.

9 - Porque para todas estas reformas es indispensable un partido potente que no esté atado al pasado, libre de compromisos que lo paralicen, formado por ciudadanos comprometidos que no necesitan ni quieren vivir de la política sino mejorar las instituciones. Un partido creado para impulsar las grandes reformas que España necesita.

10 - Porque la fuerza y la independencia, económica y política, nos la dan nuestros afiliados. Por eso eres necesario. Por eso nos haces falta.

Si estás de acuerdo con todo esto, afíliate a UPyD:

lunes, 6 de junio de 2011

El día que descubrieron la pólvora

Del blog de Rosa Díez (3 de junio 2011)


He leído las “solemnidades” vertidas por Rajoy en su comparecencia tras la reunión de su ejecutiva para analizar los resultados y ofrecer a los ciudadanos sus compromisos. La verdad es que tras “el brindis de los pepinos” poca cosa seria se podía esperar de él.

Así que, para no defraudar las nulas expectativas de propios y ajenos, D. Mariano Rajoy se dedicó a enumerar las medidas que iban a poner en marcha tras “haber ganado las elecciones municipales y autonómicas”. Ante sus correligionarios y los medios de comunicación desgranó hasta diez medidas de austeridad en el gasto y de control del conjunto de las administraciones públicas: medidas contra el despilfarro, contra las duplicidades, por la limitación del endeudamiento en comunidades autónomas, por la racionalidad en el uso de los coches oficiales…O sea, un recetario de medidas imprescindibles y urgentes…que podían haber tomado hace años en todas las CCAA y ayuntamientos en los que ya venían gobernando.

No se que es lo que me parece peor de esta aparición, si que me confirme la idea de que no tienen remedio o el hecho de que quieran tomar a los ciudadanos por tontos. Claro que no le voy a decir eso en público a Rajoy, porque seguro que me contesta como lo hizo Zapatero cuando le hice esa pregunta retórica en una sesión del Congreso de los Diputados: “Cómo voy a creer que los ciudadanos son tontos, si me han votado…”

En el fondo, y para nuestra desgracia, el PP se parece cada vez más al PSOE en la falta de respeto que muestra para con los ciudadanos. Porque  hacer esas proclamas, habiendo gobernado desde hace siglos en Murcia, en Valencia y en el Ayuntamiento de Madrid (por citar sólo tres ejemplos) es una burla para con la gente. ¿Acaso no podían haber tomado medidas antes? ¿A qué estaban esperando para reducir el número de Consejerías, suprimir fundaciones o sociedades públicas de nulo interés político y social, fijar un techo de gasto y de endeudamiento en los ayuntamientos y en las CCAA en que gobernaban, ser austeros y transparentes en las adjudicaciones públicas, en los sueldos, en los pliegos de licitación, en las condiciones de acceso a la función pública, ser restrictivos en el número de cargos de libre designación…?

¿Cómo puede hablar de gobernar de otra manera teniendo sus listas electorales plagadas –como el PSOE (y en menor medida IU)- de procesados por delitos contra la administración pública? ¿Cómo quieren que les creamos –por mucho que nos gustaría hacerlo—si cada vez que hemos llevado a las Cortes propuestas en pro de la transparencia y la austeridad y medidas para el control económico y financiero de las CCAA no las han apoyado o directamente han votado en contra?

Como me decía ayer mismo Álvaro Anchuelo tras leer, con el mismo asombro que yo, las proclamas del llamado líder de la llamada oposición, podríamos decirle:”¡Bien venido al Club!”. Pero si hiciéramos eso contribuiríamos a falsificar la realidad. Porque  ni este hombre ni su partido están de verdad por la labor. Repiten como loros  las ideas fuerza de Unión Progreso y Democracia- desde la unidad de mercado hasta el fin de las duplicidades- copiando incluso la terminología. Pero no son creíbles porque han tenido ya oportunidad de hacer esas cosas de las que hoy predican y han hecho justo lo contrario.

El Partido Popular es tan responsable como el Partido Socialista de este tinglado que se ha montado en España, tanto en las Comunidades en las que gobierna el uno como en las que gobierna el otro. Qué decir de las cesiones a los nacionalistas; aún no han ganado las elecciones generales y ya están los del PP (no solo autonómico, también nacional) enseñando la patita a los de CIU apoyando –en sendas votaciones en el Senado y en el Congreso– el anticipo de 1400 millones de euros que pide Artur  Mas para ir allanando el camino de futuros pactos. Como todos sabemos, el PP no ha ganado ahora las elecciones, ya gobernaba en muchas comunidades autónomas y en muchos ayuntamientos, ¿por qué han esperado tanto? ¿Qué día se cayeron del caballo?

En fin, que esto también lo podemos ver desde la perspectiva de que vamos ganando batallas políticas, que nuestro mensaje, nuestras propuestas y nuestro compromiso con los ciudadanos son tan potentes que tienen que incorporarlo al menos en el discurso. Eso es indudable; pero no puedo por menos de señalar que la actitud de este Rajoy prometiendo cosas que no ha cumplido teniendo los medios y la responsabilidad me deja un regusto amargo. Es como si quisiera parecerse a lo peor de Zapatero: no asumir nunca su responsabilidad y esperar que los ciudadanos no se percaten de ello. En suma, faltarnos el respeto a todos. Lo peor que puede hacer un político y más aún un gobernante. O un aspirante, por supuesto.

Mal empezamos.

lunes, 30 de mayo de 2011

Piensa bien y acertarás

Piensa bien y acertarás del blog de Rosa Díez

Reconozco que me estoy divirtiendo mientras contemplo el desconcierto generado por la irrupción de Unión Progreso y Democracia en las instituciones locales de once comunidades autónomas y en la Asamblea de Madrid. Los dirigentes del PSOE y del PP (y en menor medida de IU, aunque en el caso de este último partido bastante tienen con analizar cómo es posible que el batacazo del PSOE les hayan reportado solamente un 0,8% de votos desde las últimas municipales) están que no salen de su asombro.

Lo primero que les sorprende es el hecho mismo de que nos hayamos colado entre la maraña de trampas que habían construido para evitar que nada que no fuera el bipartidismo obligatorio (y/o sus adherencias) pudiera llegar a los ciudadanos y recabar su confianza. No contentos con una ley electoral que aleja de las urnas a quienes tienen decidido no votar ni al PSOE ni al PP (por esa mentecatez que ha traspasado las barreras de la comunicación y que se da en llamar el voto útil), ambos partidos junto con sus corifeos mediáticos y económicos habían construido un sólido muro para impedir que nuestra imagen y nuestra voz fuera visible para el conjunto de los ciudadanos. Además de que los medios de comunicación en general apenas si prestaban atención a nada de lo que hacíamos (lo más obsceno de todo fue un debate entre Mario Vargas Llosa y yo misma del que únicamente dio cuenta TVE (treinta segundos) y algún medio digital o local), las encuestas se publicaban convenientemente corregidas para instaurar la sensación de que votar UPyD era tanto como tirar el voto a la papelera, La sentencia en todas ellas era definitiva: no entrábamos en ninguna institución.

Pues bien, a pesar del cuidado con el que eliminaban cualquier referencia a nuestros candidatos y a nuestro partido, en la noche electoral la voluntad de los ciudadanos se impuso a los deseos y a la estrategia del establishment político, económico y mediático: Unión Progreso y Democracia obtuvo ciento cincuenta y dos concejales, ocho diputados regionales en Madrid, dos diputados provinciales. Presencia institucional en once comunidades autónomas, en más de noventa ayuntamientos, en seis capitales de provincia. Muy cerca de entrar (a centésimas) en otras seis capitales y en otros tres parlamentos autonómicos. La ley y la anticampaña  jugó contra nosotros y aunque nos sobraron votos nos faltó porcentaje para entrar en los parlamentos de Aragón, Asturias y Murcia. Igualmente en Logroño, Salamanca, Segovia, Ciudad Real, Cáceres y Valladolid. Un dato más: si el límite de la ley municipal fuera el tres por ciento o dependiera exclusivamente de los votos emitidos hoy tendríamos concejales en veinticinco capitales de provincia. Entiendo que todo esto les abrume; nunca fue más exacta la imagen de un persistente y concienzudo David que vence a un enfurecido Goliat.

Lo segundo que les desconcierta (ahora es cuando más nos estamos divirtiendo) es que después de las elecciones sigamos diciendo (y haciendo) lo mismo que antes. No pueden entender que tras saber que somos claves para determinar quien es el alcalde o la alcaldesa en veintiséis pueblos o ciudades españolas mantengamos nuestros principios: sólo habrá pactos nacionales que garanticen el voto a cualquiera de los candidatos de ambos partidos (lo mismo nos da el uno que el otro) si se comprometen a cambiar la ley electoral y a que el estado recupere la competencia en educación; y que en todo caso no entraremos a formar parte de ningún equipo de gobierno. A eso hemos añadido, en coherencia con nuestro compromiso de regeneración democrática, que en ningún caso posibilitaremos el acceso a una alcaldía de un candidato que esté imputado o procesado por delitos contra la administración pública.

Desde el domingo pasado no ha habido un día en el que los medios –esos para los que no existíamos– no hayan publicado “filtraciones”, cotilleos, interpretaciones, acusaciones varias… sobre lo que íbamos a hacer acá o acullá. Es inútil que digamos que este es nuestro compromiso adquirido con los ciudadanos y a él nos atendremos. Es igual que expliquemos que, en la medida en la que no lleguemos a acuerdos nacionales, nuestros candidatos respetarán escrupulosamente el sentido del voto de los ciudadanos en cada uno de los lugares de España en los que nuestra posición sea determinante. Y que en tanto no consigamos que se modifique la ley electoral para que los alcaldes sean elegidos directamente evitaremos que pactos de despacho perviertan la voluntad de los ciudadanos plasmada con su voto en las urnas.

Nuestras explicaciones resultan inútiles porque los que llevan año atesorando poder político no están acostumbrados a la coherencia y al respeto a la palabra dada. Por eso no se lo van a creer hasta que el día once de junio lo comprueben en sus propias carnes. No nos creen cuando contestamos las mismas cosas a decenas de llamadas de amigos de amigos, vecinos, “compañeros de clase”, dirigentes locales, regionales, nacionales… que nos insisten cada día para interesarse por el futuro de tal o cual alcaldable. Nos miran como las vacas al tren cuando formulamos sencilla y claramente las premisas que fuimos desgranando a lo largo de los últimos meses; no acaban de comprender que no hay gato encerrado, que no hay más que hablar. Que vamos a demostrar que se puede hacer otra política y que se puede hacer política de otra manera.

Ayer, tras colgar el video  la rueda de prensa en la que volvimos a explicar todas estas cosas un ciudadano desconocido escribió en mi página de Facebook este breve comentario: “Nunca mi voto valió tanto”. No saben lo orgullosos nos sentimos de eso.   Dentro de nada  millones de ciudadanos habrán podido comprobar  que cuando se trata de nosotros hay que pensar bien si se quiere acertar. Será bueno para UPyD; pero sobre todo será muy bueno para regenerar la democracia.

30 de mayo de 2011

viernes, 20 de mayo de 2011

Vota UPyD

Rosa Díez: “Ya solo queda un día. Un día para demostrar en las urnas que la regeneración democrática requiere del compromiso político. Un día para demostrar que los resistentes tenemos la última palabra”.


Hemos querido empezar con esta frase que ayer Rosa puso en su muro de Facebook porque resume muy bien lo que os vamos a pedir en el editorial de este boletín. Os pedimos un último esfuerzo en lo poco que queda de campaña:

REENVIAD a todo el mundo esta entrada, recordadles que solo nosotros, los ciudadanos, podemos cambiar las cosas acudiendo a las urnas. Y lo más importante, recordadles por qué UPyD es el VOTO ÚTIL y el único partido que tiene en sus programas verdaderas propuestas de regeneración democrática.

Luis de Velasco, candidato de UPyD a la Comunidad de Madrid, en un artículo que hoy publica en un diario digital, ha afirmado estar absolutamente seguro de que vamos a dar la sorpresa este domingo. “Tenemos –afirma el candidato- el mejor mensaje, con temas nacionales, autonómicos y locales que preocupan a la gente y que los demás partidos ni nombran. Creemos en lo que hacemos y decimos, es lo que nos diferencia de los otros”.

Por su parte, David Ortega, candidato al Ayuntamiento de Madrid, también se ha pronunciado en Facebook sobre esta campaña electoral: “Esta fase se acaba, impresionante el trabajo del equipo, tiene que haber un gran fruto. Destaco dos motores: la convicción y la ilusión.Hemos llegado al ciudadano. Esta tarde a las 20h, en Ópera, toca disfrutar del trabajo bien hecho. El domingo va a ser un día especial, realmente podemos empezar a hacer Historia. Gracias a todo el equipo. Cuando hay generosidad, inteligencia y valor, la Historia siempre avanza.

Como podéis comprobar, y tal y como hemos hecho en toda la campaña electoral, nuestros candidatos no echan mano del insulto, sino que defienden aquello en lo que creemos. Y por eso ya somos ganadores, porque no renunciamos a nuestras ideas. Somos el único partido, además, que ha hecho una campaña gracias al trabajo desinteresado de muchísimos VOLUNTARIOS. A todos vosotros gracias. Muchas gracias de parte de los más de siete mil afiliados de UPyD.

Y para finalizar, que sepáis –que sepan todos-, como dice Carlos Martínez Gorriarán en su blog, que estamos aquí para quedarnos. “Este sistema partitocrático esclerótico, ineficaz, cerrado, incapaz y cada vez más corrupto”, necesita una respuesta. Y estamos convencidos de que el 22 de marzo podremos ver una respuesta democrática, a pesar de que muchos han hecho esfuerzos denodados para que fracase.

Cambiar las cosas está en tu mano: ¡VOTA UPyD!


Fuente: Boletín UPyD

viernes, 25 de marzo de 2011

¡Nos vemos en Vistalegre!




Queridos compañeros:
A poco más de una semana para nuestra cita en Vistalegre, el entusiasmo generado es incalculable. Cientos de compañeros de toda España ya han confirmado su asistencia, porque será un día memorable que nadie se puede perder.
El domingo 3 de abril a las 12h. de la mañana vamos a celebrar en Vistalegre un gran acto político. Un acto abierto, festivo, emocionante y diferente, que van a poder compartir muchos ciudadanos que quieren escuchar propuestas, participar activamente y tener la posibilidad de elegir. Será una ocasión histórica para dar a conocer por qué es necesario que UPyD esté en las instituciones y explicar cuál es el verdadero voto útil en las próximas elecciones.

Tenemos que estar todos el 3 de abril en Vistalegre, y que nos acompañen todos aquellos que queremos y nos importan. Envíales esta invitación y anímalos a disfrutar contigo de este día.

Un abrazo

Organización UPyD

lunes, 21 de marzo de 2011

¿Quien se apunta a Vistalegre?

El domingo 3 de abril, a las 12h, vamos a celebrar un gran acto político en Madrid en la Plaza de Toros de Vistalegre.

La ilusión con la que todos hemos recibido la noticia hace de este acto lo que precisamente siempre se ha pretendido que sea: un emocionante acontecimiento que llenará las gradas de Vistalegre de ciudadanos que no tienen otro interés que hablar y oír hablar de política, de soluciones reales a sus problemas, de propuestas de cambio, y no insultos y descalificaciones al adversario.

Será una ocasión histórica para que se conozca la necesidad de que UPyD esté en las instituciones autonómicas y locales a partir del próximo 22 de mayo, y de explicar cuál es el verdadero voto útil en las próximas elecciones.

UPyD tomará la alternativa en Vistalegre el día 3 de abril. Todos los que asistamos lo recordaremos como un día memorable del que fuimos protagonistas. Un día en el que estuvimos acompañados por familiares y amigos a los que invitamos para que descubrieran que eran de UPyD, aunque todavía no lo supieran.

¡El 3 de abril todos a Vistalegre!. Te esperamos

Nos vemos en Vistalegre

 

BLOG ROSA DIEZ:


Todo empezó con una pregunta el pasado miércoles día nueve de marzo, cuando se hizo público que el PSOE había decidido suspender su tradicional mitin con Zapatero en Vistalegre:


-       ¿Y si pedimos presupuesto  a la Plaza?
-       Será imposible, lo que costará…
-       Bueno, por pedirlo no perdemos nada…


A partir de ahí, todo empezó a rodar. Pedimos el Presupuesto, fueron a ver la Plaza, empezamos a hablar en serio de la posibilidad de hacerlo. Y la gente de nuestra Marea Magenta, los candidatos, los amigos que pululan  por la red, los que llaman y mandan correos… comenzaron a hacernos llegar su criterio.  De entre los más cercanos hubo quien nos dijo que estábamos locos, que parecía mentira que gente “tan seria” como nosotros fuera capaz de defender “despropósito” tal como hacer un mitin en una plaza de toros; que no merecía la pena asumir tal riesgo, que la campaña iba bien, que no teníamos ninguna necesidad de meter más presión a la gente que estaba trabajando a tope en toda España…

También hubo quien estableció el paralelismo entre este debate con uno que se produjo hace muchos años, la primera vez que Basta Ya se propuso salir a la calle con una pancarta que decía:”Por la Constitución”. En aquella reunión en San Sebastian también hubo muchas voces “cuerdas” que hacían ver el riesgo de fracasar, de no llenar las calles, de quedarse solos…Gentes serias que recordaban que en Euskadi nunca nadie salió a la calle para defender lo que nos une, el orden constitucional, las leyes; que nunca nadie salió a la calle en positivo; que lo  máximo que habíamos conseguido era salir para llorar a los muertos, que eso era un paso importante, que no podíamos arriesgarnos a dar  una imagen de fracaso… Algunos “locos” defendían que era la hora de dar un nuevo paso adelante, de abrir el espacio a otros, de ofrecer la posibilidad de reencontrarse… Fernando Savater zanjó el debate: “Si no sale nadie, si sólo vamos nosotros, pues no habremos perdido nada, estaremos como estamos ahora…” Y se convocó la manifestación; y la gente salió a la calle a sentirse mayoría.

Hemos decidido abrir la Plaza de Vistalegre a la gente que no se siente de ninguna secta; a la que quiere participar en política pero se siente huérfana; a todas las personas que consideran urgente regenerar la democracia y que están buscando una oportunidad para volver a comprometerse. Queremos abrir Vistalegre a todos esos millones de ciudadanos españoles que no se sienten de ningún frente, que no consideran enemigos a quienes votan cosa distinta que ellos; que no creen en la primacía de la derecha ni de la izquierda; que quieren oír hablar de propuestas y de ideas, que aborrecen a quienes utilizan el insulto como único discurso para ganar adeptos en las urnas.

Hemos decidido abrir la Plaza de Toros de Vistalegre para hacer un acto político abierto a los ciudadanos que no tienen decidido el voto,  que quieren escuchar, que se quieren formar criterio, que quieren saber, que quieren comprobar si es posible hacer otra política y hacer política de otra manera. Abriremos Vistalegre a quienes buscan una esperanza, a los ciudadanos críticos, a los que saben que la democracia no es el silencio sino hablar claro de los problemas y ofrecer instrumentos para resolverlos; abrimos Vistalegre el domingo tres de abril a todos aquellos que se sienten de la Tercera España, de esa en la que nadie está obligado a resignarse y volver a elegir a quien ya le ha defraudado; convocamos a Vistalegre a todos aquellos ciudadanos hartos de que les traten como si únicamente fueran votantes, hartos de que nadie les escuche, hartos de que les quieran hacer creer que no hay nada que hacer, que todos los políticos son iguales, que no hay otra solución que quedarse con lo viejo, con lo que ya ha fracasado.

Convocamos en Vistalegre a los jóvenes, a los que no se resignan a ser el futuro, a los que quieren decidir hoy. Convocamos en Vistalegre a los que creen que la educación es el principal instrumento para garantizar la igualdad y la cohesión de los ciudadanos y de su país; a los que saben que el abandono escolar temprano representa un enorme riesgo de exclusión para varias generaciones; a los que no se conforman con tener estudios si después han de irse con su master y su formación fuera de España para tener una oportunidad de desarrollar sus conocimientos.

Convocamos en Vistalegre a todos los ciudadanos que no quieren perder la esperanza; o que quieren recuperarla para sentirse parte de un país que es mucho más que sus políticos. Os convocamos en Vistalegre a todos los ciudadanos que sabéis –aunque nunca lo hayáis expresado así- que el único voto útil es aquel que sirve para resolver los problemas de quien lo emite y no para dar poder a quien lo pide.

Recuerdo que en los primeros años de la democracia había personas que asistían a mítines de Carrillo, Fraga y González porque querían escucharles para formarse criterio. Eran momentos en los que teníamos que construir la democracia, en los que mucha gente no tenía una opinión política definida apriorísticamente. Hoy, más de treinta años después, la política sigue siendo una actividad denostada por los ciudadanos; pero, hoy como entonces, la política y la democracia siguen necesitándose. Cuando los ciudadanos “pasan” de la política llegan a las instituciones políticos que pasan de los ciudadanos. Por eso insisto en que es la hora de la política, la hora de comprometerse, la hora de demostrar que se puede regenerar la democracia y que se puede hacer otra política y hacerla de otra manera.

Os ofrecemos Vistalegre a todos los que queráis comprobar por vosotros mismos que eso es posible. UPyD no es más que un instrumento al servicio de los ciudadanos; y la Plaza de Toros de Vistalegre será el tres de abril un lugar de encuentro, nada más que eso. Un lugar para que nos podamos encontrar todos los que creemos que el mundo no cambia si uno mismo no está dispuesto a cambiar. El tres de abril será una fiesta y  demostraremos que hay en España demasiada gente que no está dispuesta a seguir perdiendo el tiempo esperando, que hay una sociedad civil dispuesta a organizarse si alguien les ofrece la oportunidad de hacerlo.

Ven con nosotros a celebrarlo.

ROSA DIEZ

miércoles, 9 de febrero de 2011

El voto útil del blog de Rosa Díez

El voto útil


Hace ya bastante tiempo que el debate político en España, –más allá de las cuestiones económicas—gira en torno a las propuestas del Manifiesto Fundacional de Unión Progreso y Democracia. Nuestras propuestas de Regeneración Democrática, que pasan por reformas tan urgentes como las concernientes a la Ley Electoral o las Leyes por las que se eligen los órganos de la Justicia (desde el Consejo General del Poder Judicial hasta la Fiscalía General del estado o el Tribunal Constitucional), han hecho mella en la opinión pública y lo que hace apenas cuatro años era un debate para expertos hoy es una reivindicación cotidiana en cualquier lugar, desde el taxi hasta la tertulia más informal. De forma permanente se apela a la necesidad de “cambiar la Justicia”, para que esta sea independiente; se critica el protagonismo de los partidos políticos en el nombramiento de los miembros del Supremo y del Constitucional; la gente se escandaliza por la dependencia de la Fiscalía respecto del Gobierno; se critican abiertamente las cuotas de los partidos a la hora de constituir todos estos órganos…

Qué decir de la reforma de la Ley Electoral; cuando comenzamos esta andadura apenas nadie comentaba esta perversión del sistema que supone una ley que “legaliza” la desigualdad en el voto de cada uno de los ciudadanos españoles, perturbando el orden constitucional -derecho a elegir y ser elegido en igualdad de condiciones- y pervierte el sistema democrático y sus instituciones. Hoy, transcurridos apenas tres años y medio, cualquier persona, de cualquier edad y en cualquier lugar de España saca a relucir esta cuestión como uno de los mayores agravios y de las más insignes chapuzas.

Nuestras propuestas del Manifiesto Fundacional (y después de nuestro Programa Electoral y de las Resoluciones de nuestro Congreso) en relación al modelo de Estado, a la reforma de la Constitución para igualar los techos competenciales, acabar con los privilegios fiscales (léase Cupo Vasco y Amejoramiento Navarro), a la revisión de la distribución competencial y la necesaria recuperación por parte del Gobierno de La Nación de algunas tan importantes como la Educación o la Sanidad, forman hoy parte del debate público que, de una otra manera, con énfasis diferentes pero sin atreverse ya a rehuirlo, han hecho suyas todas las fuerzas políticas y sociales. Para afirmar que no se puede, que se puede a medias, que no se debe, que ya veremos o que es imprescindible abordarlo, todos han entrado en el debate cuya necesidad negaron el primer día que yo lo plantee en el Congreso de los Diputados, en el  Debate de Investidura de José Luís Rodríguez Zapatero.

Otras cuestiones importantes como la urgente  Reforma de las Cajas de Ahorro que habría de llevar incorporada su despolitización, la reducción del número de Municipios, la supresión de las Diputaciones Provinciales, o la fijación, por ley nacional, de un techo de gasto para las CCAA, fueron rechazadas en el trámite parlamentario en todas las ocasiones en que planteé el debate. El PSOE y el PP (con los nacionalistas, claro) unieron sus fuerzas no sólo para rechazar numéricamente las propuestas sino también  para negar la mayor: todo era innecesario; era una pura frivolidad por mi parte platearlo; un signo de centralismo: no me gustaban las autonomías; el sistema financiero español era el más solvente del mundo; gracias a las CCAA España es hoy más igualitaria que nunca: el desarrollo de nuestro país se debe a las Autonomías…

Qué decir de nuestra propuesta de abril del año pasado de acabar con los privilegios en los complementos de pensiones de Diputados y Senadores y ex altos cargos autonómicos (Gorka Maneiro lo planteó en marzo en el Parlamento Vasco). Reiterada hasta tres veces fue finalmente rechazada por unanimidad a finales de diciembre por las Mesas del Congreso y Senado, de las que forman parte el PSOE, el PP, CIU y PNV. Ello no fue óbice para que , unas semanas más tarde, Mariano Rajoy “proclamara” en una de sus mítines de fin de semana que el PP iba a acabar con esos privilegios. Esa afirmación que le dio titulares y primeras páginas en todos los medios de comunicación no impidió que, días más tarde, en el debate sobre las Recomendaciones del pacto de Toledo, votaran en contra (junto con el PSOE, CIU y PNV)nuestro voto particular para acabar con los ya citados privilegios.

Al día siguiente de ese debate en el que volvieron a rechazar nuestra propuesta, el Presidente del Congreso, José Bono, pidió a todos los grupos propuestas para revisar el sistema de pensiones e incompatibilidades de los Diputados. Y consiguió titulares y halagos por esa actitud tan contradictoria y falta de coherencia que debiera de llevarle –acompañado de Rajoy- al guinnes de los records.

He dado sólo algunos ejemplos de cómo durante estos tres años de vida de UPyD hemos logrado que imponer la agenda política. Con una sola diputada en las Cortes y un solo diputado en el Parlamento Vasco se ha puesto de manifiesto que a la vez que perdíamos las votaciones íbamos ganando el debate político. Y hoy nadie puede negar –aunque, naturalmente, nadie nos lo quiera reconocer— la utilidad de nuestro partido para poner en la agenda política lo que son los problemas reales de nuestro país –que no son las reformas de los estatutos de autonomía,  o los sentimientos identitarios de los ciudadanos.

La necesidad de romper tabúes, atreverse a hablar en la tribuna pública de lo que los ciudadanos hablan cuando están con sus familias, con sus amigos, en el trabajo; atreverse a plantear lo que es necesario sin calcular los réditos y sin aceptar las premisas sobre la imposibilidad de cambiar las leyes humanas es lo que  nos llevó a hacer este partido político. Si la utilidad de un voto ha de medirse por la capacidad de nuestros representantes para enfrentarse con los problemas, para encauzarlos y buscar soluciones a los mismos, yo diría que no ha habido un voto más útil que el de aquellos ciudadanos que optaron por prestarnos su confianza. En ese sentido debemos sentirnos orgullosos de haber conseguido que nuestro discurso, nuestras propuestas, nuestras exigencias de cambiar el sistema y regenerar la democracia formen hoy parte del debate público y político en España; un debate que es tan necesario como imparable.

Pero no quiero terminar sin hacer una  consideración. No me digan que este no es un país raro; nuestras propuestas son, con mucho, las más apoyadas por los ciudadanos. Queda claramente establecido en cualquier encuesta de opinión o barómetro sociológico, público o privado, que los ciudadanos españoles saben que hemos de iniciar todos estos cambios si no queremos que nuestra crisis económica y social sea aún más dramática y más larga, que se encalle y afecte de forma durísima a las próximas generaciones. O sea, la mayoría de españoles está de acuerdo con nuestro ideario político y con nuestro programa; además, también de forma reiterada, nuestra valoración está por encima de la de los dirigentes del resto de partidos políticos, incluida la del Presidente del Gobierno. Si esto es así, ¿cómo es posible que varios millones de españoles sigan diciendo que van a votar a esos partidos  que no se enfrentan a las cuestiones importantes y a cuyos dirigentes valoran más negativamente que a nosotros?

Si se sigue dando la oportunidad de dirigir nuestros destinos a los que ya lo han estropeado nosotros mismos seremos responsables de que las cosas vayan de mal en peor. ¿Será acaso cierto eso que se dice de que tenemos el Gobierno que nos merecemos? Yo –nosotros—no perdemos la esperanza de romper el maleficio. Si la mayoría de españoles tiene más confianza en nosotros que en otros; si la mayoría de españoles considera que nuestras propuestas políticas son las que España necesita para salir de la crisis y para ganar el futuro, ¿no será posible que la mayoría de españoles nos encargue que asumamos esa responsabilidad? Creo que más bien pronto que tarde así será; por nosotros no va a quedar.