Una tregua no es nada.

Pero incluso suponiendo que el parón es verificable y cierto: tampoco vale. Porque todas las treguas son temporales y condicionadas. A que los partidos políticos democráticos muevan ficha, corrijan su posición, cambien de estrategia y asuman al menos parte de los postulados terroristas. Es decir, condicionadas a que los demócratas estemos dispuestos a darles algo a cambio de que nos sigan perdonando la vida. A asumir por la fuerza parte de sus planteamientos.
Porque, seamos claros: ¿qué se supone que debemos hacer ahora? ¿Qué movimientos se pretende que lleve a cabo el gobierno? ¿Acaso la creación de una fraudulenta mesa de partidos al margen del parlamento? ¿Qué pasos se nos reclaman? ¿Qué nueva fase política debe ahora abrirse? ¿Qué políticas distintas deben aplicarse? ¿Qué supuesto escenario de paz podrá sustituir al Estado de Derecho que ya disfrutamos, pese a ellos?
Euskadi, como el resto de España, seguirá transformándose y enfrentándose a nuevos escenarios, ante los cuales aplicaremos unas políticas o las contrarias. Pero ello dependerá exclusivamente de la ciudadanía. En ningún caso podemos desviar o corregir nuestro devenir político porque ETA mate o porque deje definitivamente las armas. Por esto no vale ahora ni debió valer nunca ninguna tregua. Sólo vale la legalidad vigente y el respeto a nuestro Estado de Derecho.
Si pretenden ser como nosotros, que asuman la democracia.
Publicado en blog de Gorka Maneiro Labayen
Texto íntegro del comunicado de ETA:
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